Ser feliz, no es igual a estar alegre todo el tiempo. Es la sensación de paz o tranquilidad que se mantiene constante en nuestro interior al «aceptar todo lo que viene y dejar ir todo lo que se va.» Si siento rabia, tristeza, alegría o tengo miedo ¡Está bien! me apruebo y me acepto tal y como soy porque no estoy obligado a sonreír todo el tiempo.
Soy libre de sentir todas mis emociones sin culpa, ni angustia porque sé que del mismo modo en que llegan, así se van.
Por medio del Tapping, aprendo con suaves golpecitos con la punta de mis dedos a liberar y autorregular mis emociones.
Además de tranquilidad, la felicidad tiene que ver con salud, reconociendo que detrás de cada enfermedad se encuentra oculto un proceso de sanación, proceso que miro con amor y reconciliación hacia mí. La felicidad también es plenitud, descubriendo mis miedos y creencias o pensamientos limitantes y despidiéndome de ellos para poder amar y disfrutar la vida en libertad.
«Disfruto la vida siempre y en todo momento»
Soy feliz cuando…
- Confío en mí. Sé que puedo lidiar con cualquier situación, mis emociones están para alertarme, las acepto y las dejo ir.
- Fluyo con la vida. Tomo todo lo que la vida tiene para darme, lo bueno me hará sentir bien y lo malo me dará sabiduría.
- Renuncio a buscar la perfección. Soy un ser maravilloso ¡justo ahora! Me amo, me acepto y me valoro tal cual soy en este mismo instante.
- Agradezco lo que tengo. Tengo todo cuanto necesito y mucho más, así abro mis brazos con la confianza para dar y recibir y me libero de los deseos malos o apegos, fuentes de sufrimiento.
- Disfruto la vida. Si estoy alegre, saboreo el momento, si estoy enfermo, agradezco el proceso de sanación que vivo y si siento ira o tristeza atiendo mi corazón. Camino hacia la vida con entusiasmo.
Escribe Nimsay Aranguren para FelizMejor.com